jueves, 10 de julio de 2008

Por la ventana...

Jueves, 00:20 hrs. Me encuentro sentado en el comedor, vacío, sólo mi notebook me acompaña. Mi niña está en el dormitorio viendo "las nuevas aventuras del zorro" en inglés. Sigue loca con ese personaje (ver detalles aquí). Cerca, un pantalón espera ser planchado para "mañana". Más allá esta la ventana. Como un portal me deja ver un extracto del mundo exterior. En plena noche, me deja ver luces, postes débilmente alumbrados, vislumbros de las copas de los árboles, un reflejo de la luz que me ilumina, otro reflejo correspondiente al péndulo del reloj, y cierta opacidad que hace que todo se vea como si la niebla inundara el ambiente. ¿Será eso? a ver... no, es sólo un vidrio empañado.

A estas horas no es mucho más lo que se puede apreciar desde donde estoy. El vivir en un 4º piso hace que todo lo vea desde arriba, y si no estoy junto a la ventana sólo me queda mirar el horizonte, en estos momentos oculto por la oscuridad. De la autopista que está justo debajo sólo percibo el ruido de los vehículos que a esta hora circulan, pero como eso no es propio de la ventana no tiene trascendencia en estos momentos. El hecho es que a esta hora la ventana es sólo un lugar para descansar la vista, o para recordar que el mundo es mucho más que esta pantalla con estas palabras supuestamente mías...

A otras horas el panorama es más interesante. Aparte de los detalles de la ciudad que se pierde en la distancia, y el Metro que cada cierto rato pasa por enfrente (a veces llega a cimbrar el edificio), es habitual ver la congestión en la "caletera" por la convergencia con la salida "Vicuña Mackenna sur" de la autopista. Son muchos los que salen justo aquí para tomar Vicuña en algún sentido, aunque hay cierto predominio del viraje al norte, hacia el centro de la ciudad. En varios momentos el tráfico es pesado, con frecuentes frenazos, y más de algún topón de vez en cuando, de vehículos que recién en la intersección con la salida recuerdan que un "ceda el paso" les restringe la libre circulación, pues la salida tiene más priodidad. Cuando esas cosas suceden es típico que me acerque a la ventana a "copuchentear", aunque muchas veces el foco de la acción avanza más allá de mi campo visual. Bueno, ya estoy acostumbrado a ello, así que más de echar un vistazo por la ventana no voy a hacer.

No lo había mencionado, pero la ventana apunta directamente al oeste. Eso asegura un baño de sol vespertino, y si el clima lo permite, un puesto privilegiado para el atardecer. Lástima que en invierno no alcance a llegar antes de que ello suceda. Jaja, después en verano me voy a estar quejando de que el baño de sol me impide usar el sillón, así que tampoco podré disfrutar la vista. Esas son las vueltas de la vida.

Mejor plancho de una vez el pantalón. Ayer me dormí muy tarde, y hoy ya veo que el sueño pronto me va a derrotar...

sábado, 5 de julio de 2008

El invierno: Actualización

Un par de entradas más atrás reflexioné sobre el invierno y las consecuencias que trae en mi salud. En esa ocasión terminé indicando que ya estaba siendo derrotado por un problemilla que puede parecer menor. Tal vez como una forma de definitivamente marcar su superioridad sobre mí, el invierno ahora me regaló un cuadro gripal bastante fuerte. Por poco me deja en cama a mitad de semana. Aparte de esperar que pase lo más pronto posible, sólo me queda tratar de aliviar un poco los síntomas con naranjas. Por suerte hay acá una provisión de ellas...

PD: no sé si se nota, pero hice algunos arreglillos en el blog. Lo más destacable es que agregué una barra con algunos de los videos de mi canal Youtube. Ok, sé que hace tiempo que no subo videos, y que por ahí ya me están reclamando. A ver si pronto lo actualizo.