lunes, 23 de junio de 2008

Mi niña y su "Zorro"

Todo comenzó cierto día en que nos pusimos a hablar de monos viejos. Entre Meteoros, Heidis y Seiyas, mi niña (una de cuyas autorepresentaciones podemos ver a la derecha) recordó que en su infancia le gustaba ver la versión animada del Zorro, ya que se trata de uno de esos héroes "de capa y espada" que tanto le gustan. Incluso tiene un libro de este personaje.

El hecho es que recordaba que existían varias versiones del Zorro animado (algunas buenas, otras malas. Incluso hay un "Zorro generación Z" ambientado en el futuro). Y entre ellas había una versión animé, que recordaba haber visto en el Mega en algún momento de los años 90, justo después de los infomerciales. Yo le dije "¿En serio?", pues en mis años nunca había escuchado de algo así. Con la duda ya en el aire le dije que sería bueno verificarlo, ya sea en la Wikipedia, o en Youtube.

Después de un rato de búsqueda, ya quedaba más que claro que efectivamente existe un Zorro japonés. La serie, llamada "Kaiketsu Zorro", es una adaptación de la historia original que consta de 52 episodios hechos a partir del año 1994 (o sea que no es tan vieja). El que yo no la hubiera visto en su momento fue sólo por el malísimo (para mí) horario en que Mega la dio (mencioné más arriba que era lo primero tras los infomerciales de la mañana.. A esa hora yo en lo único que pensaba era en las clases de la universidad). Si quieren más información sobre la serie, pueden partir por el artículo en la Wikipedia inglesa.

Volviendo al tema de mi niña, ella se revolucionó con la confirmación de sus recuerdos. En Youtube encontró varias versiones del opening, unos AMVs y la propia serie, fandubeada nada menos que en... polaco. Eso no la detuvo, y se madrugó varios días viendo una a una las distintas partes en que se dividían estos episodios "polacos". Después me decía que había quedado perita en ese idioma. Entre ellos igual encontró algunos episodios en "español", y de inmediato los bajo a su computador, total tiene bastante disco libre para ello.

Como resultado de las trasnochadas, se le renovó el interés por saber más de la historia del Zorro, más allá del libro que tiene o las series. Se desilusionó cuando se enteró de que el Zorro es básicamente un conjunto de cuentos escritos a lo largo de muchos años, y no un conjunto concreto de libros, pues esto merma considerablemente sus posibilidades de tenerlos. Pero por otra parte también le bajaron las ganas de dibujar, así que cierto día se puso a buscar imágenes del Kaiketsu Zorro, seguramente para dibujar al protagonista. En eso estaba cuando una de las imágenes le llevó a un foro donde una usuaria de España estaba nada menos que subiendo los ripeos que ella hizo de una retransmisión reciente de la serie por esas tierras, en español y alta calidad. Resultado: La revolución 2.0. Me urgió a que le instalara el E-mule (pues los videos se encontraban por esa vía), después a que le instalara el truco para bajar sin problemas del MegaUpload (pues la niña de los ripeos empezó a usar ese sitio para aumentar la disponibilidad de los episodios), a que le diera "permiso" para dejar su computador encendido las 24 horas del día, etc, etc. Igual la maravilla no era perfecta, pues por diversos motivos faltaban unos cuantos episodios en el ripeo, pero como ejemplo de lo que son las vueltas de la vida, estos episodios faltantes eran justo los que estaban en español en Youtube...

Para ir terminando, mi niña ahora tiene su "Zorro" completo, pues encontró una fuente alternativa para los episodios faltantes, de una calidad que igual salva. De pura casualidad se enteró de que una amiga nuestra igual andaba tras la serie, así que le prometió prestársela uno de estos días; encontró que eran muy pocos los AMVs que habían, así que se hizo uno (y lo subió a Youtube); y ahora le dio por ponerse a ver la versión de carne y hueso hecha en yanquilandia en los 90, en inglés. Sólo me queda esperar que aprenda de este idioma tanto como del polaco en su momento...

jueves, 19 de junio de 2008

El invierno

En un par de días comienza el invierno... al menos nominalmente. No sé cuándo comienza realmente según los astrónomos, pero para nosotros, los mortales comunes del hemisferio sur, nos basta con la fecha tradicional del 21 de junio.

El hecho es que en estos momentos estoy viendo la lluvia a través de la ventana. Como el viento tiene cierta componente oeste, los vidrios muestran multitudes de gotitas que brillan multicolores al paso de las luces del alumbrado de afuera. Lindo espectáculo. Me recuerda el sur, donde la lluvia es la norma y la excepción es tener un verano cálido para ir a la playa (aunque con esto del cambio climático ha cambiado un poco la cosa). Allá no se hacen problema con la lluvia. Acá es noticia de primera plana, tanto por el hecho de que no es habitual que llueva como por la consecuencia directa de esto, que es que la gente no está acostumbrada al agua. Basta que una nube se descargue para que hayan patinazos, choques, anegamientos, damnificados y enfermos que saturan los hospitales.

Yo mismo en los últimos años me he vuelto sensible a las nefastas consecuencias del invierno de acá. En los últimos tiempos no he pasado invierno sin haberme resfriado (y/o agripado) al menos una vez. El año pasado tuve laringitis y goteras en mi pieza. Qué me deparará el destino en este invierno...

Mi aspiración era resistir lo más posible sano. Como dicen algunos lograr pasar agosto. Si hubiera escrito esta entrada ayer, habría llegado hasta aquí. Lamentablemente esta mañana me encontré un fuego labial. Ni siquiera ha empezado el invierno y ya sucumbí ante él. Tendré que resignarme no más a que este invierno será igual que los anteriores...